Con motivo de las recientes medidas tomadas por el Gobierno para intentar contrarrestar el alza imparable del petroleo, desde Reenergiza.es vamos a publicar una serie de artículos para mostrar la terrible problemática del transporte desde la óptica de la sostenibilidad y la eficiencia energética.
En este primer artículo os contaremos las dimensiones del problema energético que rodea al sector transporte, y el por qué de su importancia y dificultad en la lucha contra el calentamiento global.
Como podemos observar en la siguiente gráfica, si nos remitimos a datos de consumo de Energía Final por Fuentes y Sectores de Uso Final en España en 2008, se ve claramente la gran cantidad de petróleo y derivados que consumimos a nivel de uso final (es decir, sin contar fuel, gas y carbon utilizado para generar electricidad). En concreto, un 53,6% de TODA la energía final consumida en España es en forma de petróleo y derivados.
¿Y en qué se utiliza ese petróleo? Fundamentalmente en el sector del transporte, el cual consume más del 40% de la energía final (el cual es en casi su totalidad en forma de petróleo y derivados).
¿Y de toda esa energía que consume el sector transporte, en qué modos de transporte se emplea? Como podeis ver en la gráfica siguiente, el transporte por carretera absorbe alrededor del 80%. Es decir: entre vehículos privados (nuestros coches y motos) y sobre todo camiones de transporte de mercancías, se quema el 80% de todo ese petróleo.
Haciendo unas sencillas operaciones, podemos obtener cual es el montante de energía final que quemamos en forma de petróleo y derivados en el sector del transporte, en vehículos que circulan por las carreteras del país: un 32% de la energía final. O sea, LA TERCERA PARTE DE LA ENERGÍA FINAL CONSUMIDA EN ESPAÑA SE QUEMA EN LOS MOTORES DE COMBUSTIÓN DE NUESTROS VEHÍCULOS.
¿Os dais cuenta de la enorme cantidad de petróleo y derivados que significa eso en el cómputo de un año? Millones y millones de litros de gasolina y gasoil, que se queman primero y cuyas emisiones gaseosas se emiten después a la atmósfera, generando millones y millones de toneladas de Co2 y otros contaminantes. Y si esto lo multiplicais por la cantidad de paises que hay en el mundo, algunos de ellos mucho mas grandes que España, podeis haceros una idea de la inabarcable cifra de CO2 que estamos emitiendo en todo momento a la atmósfera.
Desgraciadamente, el transporte tanto de personas como de mercancías es absolutamente imprescindible hoy en dia. Las tecnologías actuales basadas en el uso de combustibles derivados del petróleo en motores de combustión interna alternativa ha sido durante muchas décadas la solución más extendida, gracias a la elevada potencia obtenida de estos motores térmicos, la gran cantidad de energía contenida por el combustible, la facilidad de su almacenamiento, etc.
A pesar de ser una tecnología con más de un siglo de antiguedad (el automóvil lo inventó Karl Friedrich Benz en la ciudad alemana de Mannheim en 1886), ha evolucionado ostensiblemente, alcanzando cotas de eficiencia y prestaciones admirables (como los motores diesel de última generación, que consiguen cotas de consumo de 4 litros/100 km en algunos modelos). Sin embargo, el mayor consumo es realizado por grandes camiones de mecancías, con motores diesel de gran cilindrada y elevadas necesidades de potencia y par, y esos motores no consumen precisamente 4 litros a los 100 km. Y en cualquier caso, estamos utilizando una fuente de energía fósil, no renovable, y que al ritmo actual de consumo se estima que prácticamente se agotará en poco más de 30 años.
La cuestión ahora es: ¿cómo podemos plantear una alternativa a esta tecnología?
Bien, pues hasta aquí creo que hemos logrado al menos entrever la gigantesca problemática energética del transporte. En el próximo artículo hablaremos de las posibles alternativas tecnológicas y energéticas al modelo actual del transporte, los pros y contras de cada una de ellas, y posibles soluciones y propuestas para afrontar y superar el problema de la forma más efectiva y menos traumática para la sociedad y el medio ambiente.
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