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El problema energético del transporte en España (II)

En esta segunda entrega de la serie de artículos “El problema energético del transporte en España”, publicados por Reenergiza.es, enumeraremos las posibles soluciones al probléma energético del transporte. En siguientes entregas entraremos a detallar cada una de estas alternativas, sus pros y contras.

Como veíamos en el anterior artículo (El problema energético del transporte en España, I), partimos de que LA TERCERA PARTE DE LA ENERGÍA FINAL CONSUMIDA EN ESPAÑA SE QUEMA EN LOS MOTORES DE COMBUSTIÓN DE NUESTROS VEHÍCULOS.

Con este panorama queda en evidencia la enorme importancia del problema, y sobre todo la enorme dependencia energética del exterior (de las importaciones de crudo) que sufrimos. Basta pensar lo que ocurriría si dejara de llegar crudo durante más de 90 días, que son las reservas estratégicas de las que dispone el país para situaciones de desabastecimiento. El caos absoluto. Ningún vehículo de transporte que funcionase con combustibles fósiles podría funcionar. No podríamos desplazarnos, ni viajar, ni muchos ir al trabajo, las tiendas se desabastecerían… Lo único que podría seguir funcionando son los trenes, metros y tranvías. Sería un auténtico desastre, el fin de nuestro modo de vida. Es tan absurdo que el funcionamiento de nuestra sociedad dependa tan solo del suministro de ese viscoso líquido negro…

Los pasos que ya se han dado

Lo lógico es buscar alternativas a los vehículos que funcionan con combustibles fosiles, o al menos buscar soluciones que mejoren la eficiencia y reduzcan el consumo. Y esto último es lo que andan debatiendo desde hace tiempo en la Unión Europea, pero sin demasiados resultados. Actualmente, la política energética europea va más en la línea de  mejorar eficiencia y reducir consumo, que en propia sustitución de la tecnología: se ha desarrollado normativa para utilizar un porcentaje pequeño (menor del 10%) de biocombustibles en las gasolinas y gasóleos de automoción (bioetanol y biodiesel, respectivamente). Las normativas de emisiones para vehículos nuevos son cada vez más restrictivas, lo cual encarece el desarrollo de los nuevos motores (así como el precio final del vehículo), además de no solucionar el problema de las emisiones de decenas de millones de vehículos antiguos. Se restringe la circulación de no residentes en los centros de las ciudades con mayor tráfico, etc.

En cuanto a las políticas que apoyan la sustitución de la tecnología fósil, en los últimos años se han dado grandes pasos para favorecer el vehículo eléctrico. Pero su desarrollo es muy incipiente, la autonomía de las baterías actuales deja mucho que desear, y además esta tecnología es de dificil aplicación en vehículos de cierto tamaño (desde pequeños camiones en adelante), que son los grandes consumidores de combustible.

Las alternativas

Pero entonces, ¿qué otras alternativas tenemos? Y si las hay, ¿por qué no se impulsan desde los órganos competentes?

Pues en cuanto a tecnologías disponibles, las alternativas a los vehículos que funcionan con combustibles fósiles son las siguientes:

  • El coche eléctrico, tan de moda ultimamente.
  • Los vehículos híbridos
  • Los biocombustibles
  • Las conversiones GLP o GNL

El coche eléctrico

Sobre el coche eléctrico no nos extenderemos mucho. Actualmente hay mucha información al respecto por todas partes. Podemos decir que curiosamente se inventó antes que el coche con motor de cuatro tiempos (entre 1832 y 1839), y que coexistió con los primeros coches de gasolina hasta su desaparición en 1930, fecha en la que el arranque eléctrico de motores de gasolina y la producción en masa en líneas de montaje permitieron un mayor éxito de los motores de 4 tiempos. Posteriormente, a partir de los años 70, con la 1ª crisis del petroleo, se sucedieron algunos prototipos eléctricos, que no consiguieron remover conciencias, estando de nuevo relegados al olvido, y a los campos de golf y transpaletas industriales.

La gran evolución que las baterías eléctricas han protagonizado en la última década, junto a los de nuevo elevadísimos precios del petróleo, han conseguido que el uso de vehículos eléctricos haya cobrado un notable protagonismo, y se proponga como la alternativa más interesante para combatir el problema energético del transporte.

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Las ventajas del coche eléctrico

Las principales ventajas del vehículo eléctrico frente al vehículo de motor de cuatro tiempos son:

  • Es más ecológico, puesto que no se quema combustible alguno durante su utilización, con lo cual dejamos de emitir gases de efecto invernadero, partículas y otros contaminantes.
  • Es mas económico, ya que teniendo en cuenta los precios actuales de la electricidad y de la gasolina/gasóleo, podemos recorrer 100 km por tan solo 2 €, frente a los 7€/100 como mínimo que nos costaría con alguno de los más eficientes vehículos con motor de 4 tiempos.
  • Es mas barato de matener, ya que la motorización de un vehículo eléctrico es extremadamente sencilla frente a la enorme complejidad mecánica de los motores de combustible fósil.

Sus desventajas

Por otro lado, y a pesar de lo que pueda parecer tras exponer sus importantes ventajas, considerar el vehículo eléctrico como la principal alternativa a los vehículos con motor de combustible fósil no es realmente la opción más inteligente, ya que adolece de ciertos problemas y desventajas, como las siguientes:

  • Poseen una autonomía limitada. Aunque la tecnología de baterías se está desarrollando muy rápido, actualmente la mayoría de modelos no pueden recorrer más de 160 km (en condiciones ideales) con una carga completa de batería. Por tanto estos vehículos no son útiles en viajes de larga distancia.
  • No son la solución para el transporte pesado. Cuando intentamos aplicar el modelo de vehículo eléctrico, con sus baterias y sus lentos procesos de carga, a vehículos pesados, nos encontramos con el problema del peso de las baterías, su menor autonomía, y el importante inconveniente de tener que recargar las baterías durante más de 12, 14, 20, 24 horas… Cuando más pesado el vehículo, mas cantidad de baterías, más larga la recarga y por tanto más inviable su uso intensivo, como en el transporte por carretera.
  • Tienen problemas en climas fríos. Al no generarse apenas calor durante su funcionamiento, los usuarios de estos vehículos en climas fríos (inviernos típicos en el norte de Europa, la costa Este norteamericana, Canadá, etc.) se congelarían dentro de sus vehículos, si no se implementa  un sistema generador de calor. Generar calor por efecto joule (resistencias) a partir de electricidad es la forma más ineficiente de generar calor, y por supuesto, de utilizar la electricidad de las baterías.
  • Las recargas rápidas tienen problemas graves. Si utilizamos recargas rápidas con corriente trifásica, precisamos instalaciones de elevada potencia (inviables en el sector residencial por sus elevados costes fijos) y además la vida de las baterías disminuye alarmantemente. Si nos referimos a sistemas de recambio rápido de baterías (tipo Better Place), deberemos esperar a que exista una red amplia de estaciones de recarga, y esperar que los fabricantes adopten la posibilidad de usar esta tecnología.
  • Su electricidad será tan limpia como la que se genera en el país, ni más ni menos. En España actualmente la electricidad se genera mediante un mix de energías de diferente procedencia: nuclear, eólica, solar fotovoltáica, hidráulica, gas y carbón. Por tanto, la electricidad consumida en los coches eléctricos ha producido unas emisiones de gases de efecto invernadero, que segun datos de REE de 2010, suponen 170 gr/kWh de energía eléctrica generada. Si tenemos en cuenta que la capacidad de las baterías actuales ronda los 12 kWh de media para 160 km de autonomía, podemos calcular facilmente que las emisiones de los vehículos eléctricos actuales rondan los 2,61 kgCO2/100km. Es decir, mucho menores que los  14 kgCO2/100 km de los vehículos de combustible fósil menos contaminantes, unas 5 veces menos, pero ni mucho menos cero emisiones, como se publicita a menudo.

Como vemos el problema del transporte no es tan sencillo de resolver. Invertir exclusivamente en movilidad eléctrica no es la solución definitiva. En Reenergiza.es creemos que la solución al transporte pasa por un mix de soluciones (como en el pool eléctrico) en el que hay que invertir también en vehículos híbridos, biocombustibles y conversiones de gas licuado. Pero esto lo contaremos en próximos artículos.

Fuentes: elaboración propia y REE

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About José Miguel Corrales

Ingeniero Industrial, especializado en Ahorro Energético, Eficiencia Energética y Energías Renovables. Preocupado por la sostenibilidad económica y medioambiental de nuestra sociedad.
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